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Plástico, el villano de moda y cómo combatirlo. Paz Nachon, noviembre de 2020

Es difícil imaginar el mundo en que vivimos sin el plástico. Miramos a nuestro alrededor, en las calles, en nuestras oficinas y en nuestras casas, y encontramos miles de objetos compuestos de este material. Pero tenemos que aceptar la realidad: hoy en día, solo el 14% del packaging de plástico se recicla, y el 32% acaba filtrándose en los ecosistemas.

Ante este reto, tanto países como empresas están reaccionando, buscando la manera de reducir su impacto de uso de plástico y agregar valor, apoyando al mismo tiempo actividades que incrementen las tasas de recuperación y/o reciclaje de plástico.

Para las empresas, se trata de una oportunidad de lograr un impacto real y permanente. La demanda de productos y servicios sostenibles es cada vez mayor, especialmente en sectores como la cosmética, la alimentación y otros bienes de consumo. En este contexto, las estrategias en torno al plástico forman una parte cada vez más importante de la caja de herramientas de las empresas. Igual que se marcan objetivos de Net Zero o de neutralidad de carbono, empresas de diferentes sectores, pero sobre todo del sector bienes de consumo, están buscando ya la manera de lograr su neutralidad de plástico.

Pero, ¿Qué significa ser plastico neutral, y qué implicaciones tiene esto para la escalabilidad, la trazabilidad y la estandarización de la infraestructura de reciclaje existente? Diferentes expertos apuntan a que, si queremos ganar la batalla al plástico, deberemos movilizar las capacidades de los mercados.

Haciendo un paralelismo con la neutralidad de carbono y los mercados de carbono, ya que, aunque tratándose de impactos distintos se puede aprender mucho de la experiencia ganada en mercados voluntarios de carbono en las últimas décadas, lograr ser empresa plastic neutral implicará, para las empresas:

* Trabajar para lograr una reducción significativa en la cantidad de plástico utilizado. Dicha reducción vendrá asociada probablemente a grandes cambios en las cadenas de suministro, que deberán desarrollar la infraestructura para lograr dichos objetivos.

*  Después de reducir el máximo posible, utilizar créditos (offsets) de plástico para ayudar a compensar aquellos usos de plástico que no se puedan evitar, ya sea por imposibilidad tecnológica o por el coste de la sustitución.

En muchos sentidos, los créditos de plástico serán en el futuro probablemente similares a los créditos de carbono existentes hoy. La empresa (el comprador) adquirirá un volumen de créditos de plástico en kilogramos, equivalente a su huella de plástico. El dinero invertido servirá para financiar proyectos de recuperación o reciclaje de un volumen de plástico equivalente a la huella de plástico de la empresa, ayudándole así a convertirse en plastic neutral.

Igual que ocurre con el carbono, será importante asegurar la robustez del mecanismo, que no debería utilizarse sin haber antes realizado el máximo esfuerzo para reducir la huella internamente.

Este esquema de neutralidad puede traer consigo co-beneficios importantes para las empresas, que apoyarán de este modo al sector informal del reciclaje en diferentes países, incrementando la prosperidad, la salud y la educación de las comunidades implicadas, contribuyendo a la consecución de diferentes Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Para hacer de esto una realidad, debemos pensar en fórmulas para asegurar la adicionalidad, la trazabilidad, y la permanencia de estos futuros créditos de plástico, así como garantizar que no causan ningún tipo de daño medioambiental, social o económico.

Nos encontramos en un momento clave, ya que se están definiendo ahora los pilares sobre los que se asentará el sector a futuro, con trabajos como el desarrollo de las Guidelines for Leadership in Corporate Plastic Accounting.

Diferentes organizaciones están ya trabajando para desarrollar elementos críticos de lo que podría ser un sistema de offsetting de plástico efectivo y orientado al impacto, como son la generación de la infraestructura e inversión en nuevas tecnologías de reciclaje, el desarrollo de partnerships con asociaciones y trabajadores del sector informal de reciclaje, la definición de metodologías y herramientas para calcular huellas de plástico, la creación de estándares para la generación de créditos. Desde Vertis, estamos trabajando ya con empresas que buscan ser pioneras en este ámbito y estamos convencidos de que a lo largo del 2021 vamos a ver como los esquemas y esfuerzos en torno a la neutralidad de plástico se transforman de manera significativa.

Paz Nachon
Head of Climate Action
Vertis Environmental Finance

Empresa Miembro de la Fundación Privada Empresa y Clima